se pasea sin remordimientos:
sienes, cuello, latidos,
cada instante es un placer nuevo
para él.
Me ahoga suave,
me ahoga fuerte,
bondage en sus dedos
oscuridad en los míos.
Podría vivir sin ti, cariño.
Lazos de madera que oprimen
sé que no morirás sin mí;
déjame respirar un segundo
para que puedas retorcerme
sin que hoy tenga que caer.
Lyndsey Vu
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